jueves, 24 de septiembre de 2009

Notas de cata - Brasil


       Es fácil enamorarse de Brasil. En realidad es una pavada, casi una obligación. Si todavía no te pasó es porque no fuiste, y si te pasó vas a ver que es como te lo cuento. Te explico.
       Imaginate una mujer -u hombre, eso es cosa tuya- hermosa, apasionada, cálida y sensual, muy sensual. Tan perfecta que ni bien la miraste y admiraste ya sabés que nunca te va a dar bola. La seguís mirando, desahuciado. Cuando ella se da cuenta viene, te abraza y te besa. Cuando puedas, también vas a descubrir que su aliento tiene perfume a mango y abacaxi y sus labios son tiernos, arenosos. En el abrazo su cuerpo se pegó al tuyo, en perfecta unión, la sentís y presentís, completa. Van a seguir así mientras estés en Brasil, o mejor dicho: con Brasil. Y cuando tu avión despegue, la vas a perder con el necesario dolor de la partida.
       No te hagas problema, no la extrañes tanto. Cuando vuelvas, ni bien aterrizes, incluso antes de desabrocharte el cinturón de seguridad –que siempre es antes de lo que debería- ya va a abrazarte de nuevo, como antes y como siempre.
       Porque también es fiel.

JCh, TAM PZ0700, 15/8/09

1 comentario:

  1. Jorge, por este medio queria hacerte llegar el link de un articulo en La Nacion de hoy que hace referencia a la escritura como muy saludable. Mas alla de ser para muchos un arte, tambien es una herramienta, como lo es para mi. http://www.lanacion.com.ar/1217522

    Feliz 2010!

    ResponderBorrar